Cucú es un proyecto educativo basado en la pedagogía del encuentro:
¿Quién eres? Qué necesitas? Qué puedo hacer yo por ti?
Creemos que en la base de la autonomía está el vínculo y la conexión con el adulto referente, posible a través de cuidados cotidianos de calidad; entendemos esos cuidados (cambiar el pañal, ofrecer la comida, acompañar a dormir...) como momentos de diálogo con la educadora, puesto que son reservados únicamente para él - ella.
Para nosotras el arte de educar es la capacidad de acompañar: consiste en ofrecerle nuestro abrigo, a la vez que permitirle descubrir el mundo y reconocerse como ser individual.
Lo logramos gracias a una ratio muy reducida (máximo 6 por educadora) que facilita mantener constantemente nuestra atención sensible hacía cada uno/a, reconociendo y sosteniendo todas las emociones que pueden surgir; porqué solo cuando adquiera seguridad afectiva podrá dedicarse con entusiasmo a la tarea de explorar.
Cucú es el lugar de la confianza en sus capacidades.
En Cucú queremos cultivar con una mirada abierta las experiencias educativas basadas en la crianza respetuosa, donde los límites son necesarios y donde el ritmo viene perfilado equilibrando momentos de expansión y de recogimiento.
Creemos que el aprendizaje se da de dentro a fuera, como un impulso interno que busca ser satisfecho de forma orgánica. Nuestra misión es hacer que este deseo florezca en un ambiente sereno y armónico, sin ninguna exigencias.
En particular, nuestro enfoque se nutre de la visión Pikler y Waldorf porqué consideramos el juego autónomo la piedra angular del proyecto educativo, infraestructura de una verdadera autonomía y oportunidad para aprender a relacionarse con los otros. Para nosotras es importante comprenderle a través de su juego libre y dar respuesta a los procesos - necesidades de crecimiento que se manifiestan en este contexto de aprendizaje.
Utilizamos el concepto de invitaciones y escenarios de juego inspiradas por la experiencia educativa en Reggio Emilia, que considera el ambiente como tercer maestro, conectado al arte y a la naturaleza, preparado con cuidado y sensibilidad estética.
Contextualizamos el trabajo de Maria Montessori en relación a la vida práctica, valorando más las experiencias reales que tienen que ver con la cotidianidad del niño/a, en vez que aplicar su método o de utilizar sus materiales.
Apostamos por una pedagogía de lo cotidiano,
sin prisa y con sentido común, donde lo ordinario puede ser extraordinario.
No queremos hacer nada por hacer;
hacemos lo que hacemos porqué tiene un sentido para el niño - a.